¡Cierto! Algunas personas quemadas, un nomos por completo arrasado, soldados asesinados y decapitados y un Sunnu con la misma suerte ¿Qué habrá pasado por sus mentes al ver tal desastre? Yo no era un militar, es decir, para aquel entonces jamás había tomado parte en un ejército, pero aún sin esa nada gloriosa ni presumible experiencia, yo hubiese pensado de inmediato en una amenaza para toda la región, una amenaza de índole militar, una invasión seguramente.
Leave a CommentCrónicas del Inmortal Posts
Tenía mucho dolor, obviamente y sentí miedo, ciertamente lo sentí, tuve miedo de morir volviendo de regreso con mis amados, tuve miedo de no volver y despedirme de mi Tuseth antes de su viaje a la otra vida.
Leave a CommentA mi rápido y apenado regreso de la ciudad de Pelusio, luego de ver al Sunnu de aquel templo donde me harían tener más miedo del que ya me asediaba, sin mucho rodeo…todos mis amados estaban en esa etapa da la enfermedad que hacía descender su temperatura. Recuerdo enrojecimiento de la piel y sangrado de encillas también, solamente un poeta, un poeta hábil y con gran elocuencia en temas de sufrimiento podría describir mi dolor.
Leave a CommentTodos mis hijos e hijas habrían sido lo mejor de Egipto. Estarían hoy en algún canto antiguo o estarían talladas en algún gran muro sus memorias…todos ellos, todos mis amados murieron y aunque no haya cantos de ellos y sus proezas, muchos cientos de años después viven en mi memoria y cientos de años después, siguen siendo los dueños de mi corazón.
Leave a CommentDado que éramos pocas familias en el nomos, era muy común que las mujeres y hombres se casaran con parejas de algún nomos cercano que no fuese el nuestro, siempre y cuando fuesen egipcios y adoraran a los mismos dioses. Era muy común también las grandes diferencias de edades y podrá parecerte horrendo ahora, pero una niña de diez años ya era apta para casarse en muchos casos, principalmente si el varón tenía una posición social con privilegios.
Leave a CommentEn las ciudades más importantes había médicos, bueno, eran como médicos brujos en realidad, regidos por el templo, ya les hablé sobre ellos, los Sunnu. Las enfermedades se trataban en primera instancia como una posesión de un ente maligno al mismo tiempo se trataba con hierbas, sales y entrañas de animales, algunas de estas técnicas funcionaban, yo sabía eso y poco antes del fallecimiento de todos mis amados viajé a la ciudad de Pelúsio buscando ayuda, me dirigí directo al templo a exponer mi caso.
Leave a CommentComo lo he escrito antes, una de las cosas más temidas para nosotros y mi pueblo, en aquellos lejanos años, eran las enfermedades…¡La fiebre! Tener una fiebre te ponía al borde de la muerte, pero ¿por qué?
Leave a CommentEs probable que se deba a un efecto explicable por la física moderna o la mera percepción, o por la calidad de vida, la lentitud, la vida que se respiraba, sin prisa, la vida no era una carrera como lo es ahora, una carrera para ser mejor y tener más que tu prójimo…¿y todo para qué?, ¿aplausos?, ¿ego?, me causa gracia ver como desperdician sus vidas, viviendo como si tuvieran mucho tiempo, viviendo como si jamás fuesen a envejecer, viviendo como si jamás fuesen a morir…viviendo como si fueran como yo.
Leave a CommentRecuerdo la luna mucho más grande de lo que es ahora, quizá sea un recuerdo idealizado o la atmósfera tan pura de mi tiempo, pero, la luna no era una simple roca para nosotros…¡era un dios! Observándonos vigilante, la luna era un ser vivo, poderoso, un dios cercano que nos observaba desde las alturas, nos protegía de las pestes y las malas cosechas, radiando esa hermosa luz llena de poder…
Leave a Comment“El tiempo vuelve buenos todos los recuerdos” dijo alguien que seguramente sabía lo que decía, y es que, al vivir mi infancia hace tantos centenios, sufrí eventos catastróficos, dolorosos sucesos que marcarían toda mi larga existencia.
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